Esta fiesta rememora aquellos tiempos en los que la ganadería y la agricultura eran la base de nuestra economía.
Es un día en el que las calles se llenan de gente para ver pasar carros, carruajes, caballos y en el que el público de todas las edades, pero especialmente el más pequeño se lo pasa en grande recojiendo caramelos, viendo los caballos y disfrutando de un pasacalles tan vistoso.
Como cada año, vinieron carruajes de diversas poblaciones de la geografía catalana y de tipología variada, desde los más rústicos hasta los más señoriales.
El reportaje fotográfico del post ilustra la jornada dels Tres Tombs de Molins de Rei, el pueblo en el que nací y en el que resido y muestra aquello que, para mí, es la esencia de la fiesta:
Durante el mes de marzo hay muchas citas a las que puedes escaparte.
Si quieres más información: http://www.federaciotrestombs.cat
M'ha agradad molt,estimo aquesta festa i participo des-de fa molts anys,l'enhora bona.
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